Santa María de Melque
La iglesia se encuentra en un paraje de monte bajo, cercano al castillo de Montalbán. Conserva varios edificios de su actividad posterior, en los que se ha dispuesto un interesante centro de interpretación.
El edificio, pese a su importancia y buen estado de conservación, no es tan conocido como otros del periodo. Durante mucho tiempo estuvo en discusión su época de construcción, entre el visigodo y el denominado estilo mozárabe. Los últimos estudios lo han dejado inscrito en época visigoda.
Fue construida con grandes sillares de piedra granítica de un bello color dorado y colocados a hueso en hileras irregulares. Los muros son muy gruesos alcanzando anchuras en algunos casos de 1,40 m, y en ocasiones con relleno de mortero entre las dos sillerías labradas, el modo de construcción habitual del periodo romano. El exterior es armónico, salvo por los restos de la torre medieval construida sobre el cimborrio, que afean, desfiguran y quitan belleza al conjunto sin aportarle nada, salvo un vago recuerdo histórico.
Tenía dos capillas a ambos lados del ábside, orientado de forma tradicional al este. La del lado sur desapareció y sólo se conserva en planta. En época posterior se construyó en ese lugar una estancia que fue desmontada más tarde y que, pese a no ser original, evitaba que la tenue iluminación interior quedase desvirtuada. Las excavaciones han dejado al descubierto los restos de un pórtico cuadrado en la fachada occidental.
El interior de 30x20 metros, tiene dos elementos muy característicos: el ábside con bóveda de cuarto de esfera y el cruce de las naves, que conforman una iglesia prácticamente de cruz griega. Este espacio cuadrado está cerrado por cuatro magníficos arcos de herradura y se cubre con una bóveda semiesférica con pechinas poco acusadas. La decoración de los capiteles es la misma que las molduras que recorren la parte alta de los muros.
A pesar de la aparente tosquedad de los muros y de la parca decoración, el conjunto tiene un aspecto diáfano y monumental. El presbiterio es de tradición romana y no fragmenta el espacio interior como ocurre en los edificios inspirados en el arte bizantino.
Se han conservado en una zona elevada de la nave sur restos de estuco, con decoración de rodelas. Toda la iglesia debió estar estucada y pintada. Esos escasos restos no solo nos permiten imaginar su aspecto primitivo, también han sido fundamentales para su datación. El estudio mediante el carbono 14 de un pequeño fragmento, indica que el revoco es de finales del siglo VII, por tanto la iglesia fue construida antes, a mediados de dicho siglo o durante el VI.
La iglesia no deja insatisfechos a los visitantes, y el centro de interpretación está muy bien dispuesto, sin reclamos llamativos que no necesita, ya que la iglesia tiene suficiente atractivo.
Se accede fácilmente desde San Martín de Montalbán (Toledo). En Google Maps aparece indicado el lugar y los horarios de visita.